El 2012 está a punto de terminar y es el momento de hacer el balance de todo lo que nos ha sucedido durante este año. Para empezar el 2013 con energías renovadas os proponemos un decálogo de buenos propósitos:
– Quiérete. Reserva momentos para ti en la agenda semanal. Toma las riendas y dedica tiempo a cuidar tu cuerpo, reflexionar, evadirte o disfrutar en perfecta compañía.
– Vive el presente. ¿Cuántas veces te descubres viviendo en tu cabeza un futuro por llegar o un tiempo ya pasado? Te estás perdiendo el presente, todo aquello que te rodea y está ahí para sentirlo y disfrutar. Regálate momentos en los que sólo exista el «ahora».
– Tú puedes. Si quieres algo no te pongas barreras, para eso ya están otros o las circunstancias. Cuando pienses que no puedes, recuerda todas las veces en tu vida que has conseguido lo que te has propuesto, esta vez también puedes conseguirlo.
– Aprende. Echa la mirada atrás y apunta al menos diez cosas en el último año que has aprendido o que son dignas de celebración. Lleva esa sabiduría contigo y celebra el nuevo año siendo más grande por dentro.
– Mira hacia adentro. Pasas tanto tiempo buscando respuestas fuera que no te das cuenta que, muchas de ellas, están dentro de ti. ¿Vas a dejar que sigan dándote respuestas que no te sirven? Cree en ti.
– Arriésgate. Dijo Albert Einstein que quien quiere resultados diferentes ha de hacer las cosas de manera diferente. Piensa en qué necesita un cambio en tu vida y arriésgate, tú decides cuánto.
– Sueña. ¿Cuánto tiempo hace que no sueñas? Date permiso, sueña, cierra los ojos y visualiza ese lugar, esa situación, esas personas. No te preocupes porque la realidad sea diferente a tu sueño, saber lo que quieres te ayuda a saber qué te ayudará a conseguirlo.
– Perdónate. ¿Te sigues acordando de errores pasados? ¿Cosas que salieron mal? ¿Te es útil tenerlo presente? Deja de gastar energías y quédate con lo que te sirve. ¿A qué estás renunciando siguiendo así?
– Relájate. Intentas tenerlo todo controlado y te crispa no tenerlo. La vida tiene sus decisiones y un ritmo que no siempre está en sintonía contigo.
– Hazte responsable. Cada vez que eches la culpa a otra persona de algo, mírate a ti ¿Qué parte de responsabilidad tengo? ¿Qué podría haber hecho yo de manera diferente? Ser siempre la víctima es muy cómodo pero también muy abrumador porque nada está en tus manos. ¿Qué sería diferente si empiezas a ser protagonista del guión de tu vida?
Ahora sólo tienes que sentarte delante de la lista y dedicarle unos minutos para evaluar cuáles son los aspectos que crees que ya cumples y además puedes potenciar y cuáles son aquellos que necesitan más de tu atención para mejorar.
Ten muy presente que tú eres quien decide el orden de prioridad de cada uno de los 10 consejos y el nivel de atención que se merecen, en función de tu personalidad y de tu situación.
¡Feliz 2013!
Fuente: levante-emv